Etiquetas

sábado, 1 de octubre de 2011

Inicios y porqueses

Todo se desmorona. La economía mundial está colgando de un hilo y los Mercados, esos entes sin alma ni rostro, se divierten jugando a los malabares con tijeras abiertas y cuchillos ginsu. Cada vez que rozan la cuerda, el euro se tambalea y varios miles de funcionarios de diversos países empiezan a cagar blando. Y curiosamente, no puedo evitar pensar que los funcionarios son unos bastardos privilegiados; los demás no hemos hecho una deposición sólida desde la quiebra de Lehman Brothers, y acaban de cumplirse tres años. Eso es mucha salvacolina.

Además tengo un ataque de cuernos considerable. Me está volviendo loca la idea de que "cara de perrito apaleado", esa bellísima persona que no tuvo más remedio que terminar nuestra relación en enero porque yo no entendía los sutiles matices de su alma torturada, al parecer tenía el recambio buscado desde un par de meses antes, aunque haya disimulado lo suficiente después. Ataque de cuernos en toda regla, insisto. Así que acabo de borrarle como amigo en Facebook, he cambiado la URL y el nombre a mi antiguo blog, del que además le he bloqueado como seguidor.También le he bloqueado en Wassup, y todavía me queda revisar mis quinientas cuentas de correo para asegurarme de que sus mails son destruidos o enviados directamente a la carpeta de SPAM. Del móvil no le puedo borrar, para poder no contestarle si llama, y supongo que aún me podría enviar SMS, pero espero que tenga la decencia de no hacer nada por el estilo. Ufff... sería más fácil emigrar a Australia, la verdad. Sobre todo si tenemos en cuenta que, en una ciudad de cuatro millones de habitantes, tuvo que mudarse a dos manzanas de mi piso, la casa previamente conocida como "nuestro hogar", así que algún encuentro fortuito es posible, e incluso probable. Sí, así de preparado para dejarme estaba. Supongo que quería tenerme cerca por si la nueva finalmente no resultaba adecuada. Pero parece ser que sí. Ojeando su blog (sí, suena a espionaje adolescente, no me siento especialmente orgullosa de ello pero fue divertido) puedo colegir que está como una puta cabra. Pero como una puta cabra maternal y sobreprotectora, así que es perfecta.

El dinero se derrumba e intenta aplicar recetas del pasado que no funcionarán. Yo me derrumbo, pero tengo fe en que redecorando mi vida y empezando un blog que, espero, "aquel que no debe ser nombrado" (pero cómo me gusta el melodrama) no leerá jamás, la cosa mejorará. Ahora que lo pienso, la receta en mi caso tampoco es muy nueva. Igual está abocada al mismo fracaso.

Sicalipsis del colapso. ¿O acaso hubo ángel más bello que Lucifer descendiendo a los abismos de su egomanía?

No hay comentarios:

Publicar un comentario